Patatas en Rejilla

Ingredientes (2 – 3 raciones):

2-3 patatas (500 g), 1 cabeza de ajos, 50 g de mantequilla, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 1/2 cucharadita de pimentón dulce, una pizca de pimienta, sal y perejil.

Elaboración:

Se pelan las patatas, se cortan en rodajas de 1 cm de grosor y se colocan entre 2 palitos de brocheta. Por un lado se les hacen cortes transversales separados 1 o 2 mmm con un cuchillo y por el otro lado se hacen los cortes oblicuos. Se cuecen las patatas unos 5 minutos en agua hirviendo con sal. A la cabeza de ajos, sin pelar, se le cortan las puntas y se introduce al horno precalentado a 200ºC durante 45 minutos, con un chorrito de aceite por encima. En un bol se funde la mantequilla, se añade el perejil muy picado y cuando los ajos estén asados se exprimen en la mezcla de mantequilla y perejil y se machacan un poco para que mezcle mejor. En otro bol se mezcla el aceite, el pimentón y la pimienta. Se añaden las patatas al bol de la mantequilla y se mezcla bien. Se colocan sobre papel de hornear en la bandeja del horno y se pincelan con la mezcla de aceite y pimentón por los dos lados. Se introduce en el horno a 180ºC hasta que estén doradas.

Estas patatas son aptas para Vegetarianos, Diabéticos (ajustando la ración a las calorías diarias permitidas) e  Intolerantes al Gluten. No son aptas para Veganos ni Intolerantes a la Lactosa.

La patata es el tubérculo de la planta del mismo nombre, herbácea perteneciente a la familia de las solanáceas. Los tubérculos no son raíces sino engrosamientos subterráneos de los tallos. Las patatas nuevas se dan al inicio de la primavera (hasta septiembre), tienen la piel fina y lisa. Se distingue de la tradicional patata vieja otoñal o tardía (febrero a junio), no sólo por su aspecto, sino también por sus cualidades nutritivas y sus aplicaciones en la cocina. La porción comestible es de 90 g por cada 100 g de producto fresco (77 % de agua, 18 g de carbohidratos, 2 g de fibra y 2,5 g de proteína). Entre sus nutrientes es: destacable el potasio (570 mg/100 g), la vitamina C (18 mg), aunque también contiene otros minerales en menores cantidades como calcio, hierro, yodo, magnesio, zinc, sodio, fósforo y selenio, y vitaminas del grupo B, E y carotenoides. En la composición de la patata cabe destacar el contenido en hidratos de carbono, mayoritariamente en forma de almidón y una pequeña proporción como glucosa, fructosa y sacarosa; El ser uno de los vegetales con mayor contenido en almidón explica su aporte calórico (78 Kcal/100 g de patatas). Es fuente importante de vitamina C, si bien una parte considerable de la misma puede perderse durante el proceso de cocción. Para preservar su contenido, es recomendable cocinarlas al vapor o al horno (envueltas en papel de aluminio). El potasio que aporta la patata contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos. Los carotenoides, siendo la violaxantina, anteraxantina, luteína, los más abundantes, mientras que la neoxantina, beta-criptoxantina, zeaxantina y b-carotenos se encuentran en cantidades menores, son importantes antioxidantes. (Fuente: Fundación Española de Nutrición).

Este plato es rico en fibra, potasio, vitaminas A, C, carotenos, retinol y ácido fólico. Contiene proteínas vegetales, otras vitaminas (grupo B, carotenos, D, E y K) y minerales (fósforo, hierro, calcio, magnesio, sodio,  selenio, yodo, cinc).

Comentarios para Deportistas: Por su riqueza en minerales, vitaminas, fibra y antioxidantes, y su moderado IG (65 la patata asada), es un plato muy adecuado para formar parte de la dieta base del deportista, así como del menú de entrenamiento (pre y post), como acompañamiento o como plato.

Aporte calórico: La receta completa aporta 1080 Kcal (de 360 a 540 Kcal por ración, según tamaño).

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